JULIO DE 2010
Innovar, crear, inventar,
diseñar, desarrollar, generar; son algunos de los términos conjugables al tratar
de aproximarnos a la IDI (investigación- desarrollo e innovación).
Incentivar la creatividad, inventiva y capacidad de resolución de
problemas (además de otras disciplinas), debería ser una premisa en el hogar, instituciones educativas,
estamentos públicos y privados y en general en las políticas educativas del
estado.
Fortaleciendo las bases tecnológicas e identificando potenciales en
nuestros futuros hombres y mujeres adultos, con seguridad tendremos individuos
con alta capacidad de análisis e inventiva, seguros de su potencial, alta dosis
de fe en sí mismos y emprendimiento; estos, independientemente del área de
desempeño serán responsables de los diversos cambios y crecimiento a nivel
familiar, empresarial, social y finalmente de un país.
En la industria alimenticia, la IDI está en manos de nuestros técnicos,
ingenieros y demás profesionales con actividades afines, (aunque no de forma
única, se requiere de la participación activa de todos y cada uno de los
miembros del equipo de trabajo, como lo veremos más adelante), de su alto grado
de proactividad, además de las políticas empresariales; dependerá el numero de
propuestas, planes y proyectos que se ejecuten por unidad de tiempo en el área
de IDI; su éxito (unido a las
actividades comerciales complementarias) será el reflejo del crecimiento, posicionamiento y grado de
competitividad comercial que la empresa
muestre en un periodo estimado. De aquí la enorme importancia de esta
área y los diversos recursos que se
deben involucrar para su buen desempeño, bien reza la sentencia “quien no innova, estará condenado a
desaparecer”.
La IDI resulta costosa para la
mayoría de las empresas. Para muchos de sus directivos no es fácil entender, como la asignación de recursos económicos,
energéticos, humanos, espaciales y de equipamiento, generan en el mejor de los
casos un 10 % de productos factibles, muchos de los cuales por mal manejo o
falta de políticas complementarias tendrán una corta vida comercial. Aún así no
hay alternativa; desarrollar o
desaparecer. Es un camino difícil que requiere resistencia y muy buenas
rodillas para no caer en los pasos difíciles. Justo ahí, en la siguiente prueba;
en esa última rutina para la que no hay recursos ni entusiasmo; está la
respuesta, el producto líder, la solución que el mercado requería; la
oportunidad comercial que se estaba
buscando… Intentarlo una vez más y no desistir, hacen parte de la clave.
No obstante existir diversas modalidades que hacen parte de la
investigación y desarrollo de productos, como son: innovación 100%, mejoramientos en composición e
ingredientes, texturas, sabores, empaques, funcionalidad, entre otros. Es muy
común que muchos profesionales y empresarios la confundan con otras actividades. De la IDI no hace parte el contratar al
profesional que trabaja con mi competencia para
elaborar sus mismos productos y que este vende de forma exitosa, (aunque
para muchos puede ser válido, tal vez no sea la decisión apropiada); no es sencillamente copiar, otra
decisión posiblemente errada; el
desarrollo de un producto va mas allá de una enumeración de ingredientes o su
formulación, influyen de forma notoria: El estado del arte; la cantidad, calidad
y variedad de ingredientes; características de la maquinaria y equipo;
temperaturas, orden de adición de componentes, tiempos y movimientos,
tecnología involucrada y en general condiciones de proceso. Aunque la IDI se basa tanto en conceptos y parámetros
establecidos como en los novedosos; requiere: políticas claras; profesionales y
directivos con sed investigativa y carácter ético; de ingenio en algún criterio o aplicación del
producto que lo haga diferente; necesario, útil, con valor agregado, con apreciable
funcionalidad; mi producto aunque haga parte de una gamma comercial, deberá caracterizarse
por una condición única.
Las cosas empiezan por el principio. Aunque existen departamentos de IDI
muy implementados, sofisticados, multidisciplinarios; estos con seguridad
tuvieron un comienzo modesto; por lo tanto muy modesto es también una forma de
empezar. Lo importante es no perder el objetivo, crecer cada día, aprender del fracaso; entender que el resultado de una
investigación no es una cosa mágica y caprichosa, que el “no se puede hacer”
también es un resultado.
La búsqueda de profesionales idóneos y comprometidos; las asignaciones
presupuestales, las capacitaciones; la motivación; el compromiso de todo el
equipo, brain storming (lluvia de ideas) y brainwritting, la búsqueda de prospectos, entre otros
aspectos; no son tareas fáciles, ni económicas, ni se hacen en corto tiempo. La paciencia y constancia serán virtudes a
estructurar…
LUIS EDUARDO GUTIERREZ.
Ingeniero Industrial De alimentos.
E Mail: gluiseduardo03@gmail.com
FOOD & TECHNOLOGY
LTDA.
BOGOTA. COLOMBIA.